Deleuze me dice el amor (también)

El valor trágico
de la ensoñación,
la experiencia trascendida
en la experiencia,
en el decir
Otro,

(del) Devenir
nuevamente,
y llegar...
que llegas,
y estás tan cerca,
todavía...

Panorama:
allí te cree,
nos creamos dentro
del abierto límite
de un territorio medio

del espacio...

Lo Cíclico
que culmina
en la repetición de lo nuevo:
(es) la Diferencia


del sistema de tu mirada

que me lanzó,
me lanza
hacia aventuras
en tu imágen
múltiplicada.

Me atraes.
Me atraigo a caer:
ya sin padecimiento,
ya sin dolor,
seguro de quererte
y procurándolo.

Yo siempre quiero volver:
(tenés que entenderlo)
porque soy valiente,
de saberte
dispuesta
a la vida:

Al conocimiento de lo doble
de la mutación;
no de la verdad
sino de lo importante.

Saber

No comprendió
que mi silencio
era el enlace
a su corazón.

Por todo lo vivido,
era necesario callar.

Para saber durar.
Para saber...

Traído al mundo

Como espía de algo dado que no es
lo relevante, el cuerpo,
se aniquila
a la falta de contacto
a la falla de pruebas
que acontezcan.

Recuerdo, todo es recuerdo desde allí
a prueba de fallas
la  memoria tonta
del nacimiento
o el comienzo del habla.

Miro divagar destino,
su cáliz, ensañado nuevamente
se enseña:
veneno
palabra
un mensaje;
el trazo otro
de una rotura
(lejanía)
que yo bebí

en tu voz 
de voces.




Nada me cubre
en el ataque de la Semejanza
que viste de mi
a deshoras
de trágica desnudez.

Verdad, coincides con tu sombra

Ardes en deseos
con avidez de antorcha.

Calculas el desvelo de lo que soportas
antes que la medianoche llegue
y junto a ella, mis amantes,
nidos de suposiciones,
pájaros del habla.

Su regreso
es un reloj
en cuenta regresiva
al regreso.

Yo me abandonaba para no saber
para no mirar
porque no quise ser
alguien que no creyese en todo.

Deseché la subjetividad,
transportando un Mito,
relato doble para dos,
donde la historia no podía descifrarnos.
Bebía la piedra del hambre
en la encrucijada de la locura,
en la locura de la encrucijada.

Naturaleza del desvelo.



Sin embargo
la Luz,
espejismo sombra de Belleza,
y la llave que tenía
para abrirte, muro secreto,
coincidieron en ocultarse
dentro de tu propia (misma) llama.

Vacilación

A destajo del rito
como exvoto sin milagro
seré sol
y me consumiré
por completo
hasta desaparecer.

Correspondencia de los oblícuos

                                                         a B. T.

(                            )


Contra la corriente
busco tu niebla en
la exacta poesía
de saber decirte,
contarte tu mito,
la naturaleza
del (tu) secreto.

En la repetición
de las formas
que me entregas
seremos doble
de aquella espera,
presencia huella
luego de la tormenta
del regreso
al territorio hundido
de tu cuerpo.

Hermosa mascarada de aire y tierra:
dame todo lo que tengas que dar.

Me das todo.
Todo, me entregas
te entregas
y
no te guardas al comienzo
el extásis que se desnuda en gestos de periferia,
el goce fuera del marco (huida)
en la demanda de las intuiciones
de un mundo interior en el que te repites para mi,
sin dudas,
salvo en sombras de dolor sin perspectiva.

(                )

Mirame,
espejo sin azogue.
Te he buscado incansablemente;
lo puedo entender cuando cierras los ojos
a través de lo que nos es dado mirar a ambos.

Belleza inconclusa,
puedo comprender
la transparencia violentada
de ti por las palabras:
Musa causal,
Presagio inquietante
Poeta inagural
Mujer señuelo

Te doy todo
Algo en la luz,
me entrego a un desearte
y te conviertes en iris
para que nos miremos
cada vez más infinito.

(     )

Reflejándonos:
para que me mires:
lucho contra la espesura
tu aliento
plano mar empañado
al que no logro ser indiferente
sin olvidar
quien eres
sin recordar
quien soy...

(si)