Verdad, coincides con tu sombra

Ardes en deseos
con avidez de antorcha.

Calculas el desvelo de lo que soportas
antes que la medianoche llegue
y junto a ella, mis amantes,
nidos de suposiciones,
pájaros del habla.

Su regreso
es un reloj
en cuenta regresiva
al regreso.

Yo me abandonaba para no saber
para no mirar
porque no quise ser
alguien que no creyese en todo.

Deseché la subjetividad,
transportando un Mito,
relato doble para dos,
donde la historia no podía descifrarnos.
Bebía la piedra del hambre
en la encrucijada de la locura,
en la locura de la encrucijada.

Naturaleza del desvelo.



Sin embargo
la Luz,
espejismo sombra de Belleza,
y la llave que tenía
para abrirte, muro secreto,
coincidieron en ocultarse
dentro de tu propia (misma) llama.

5 comentarios:

  1. Dorado descalzo de nada
    sujeto y objeto del delirio racional
    Hablamos un mismo idioma?
    Inventamos códigos en
    desesperaciones esporádicas?
    Acordes de manzanas verdes
    notas que se desprenden
    como primaveras
    alucinatorias
    de órdenes perdidos
    década exhaustiva
    de calma inútil
    como épocas ajenas
    externas
    de dominios y nostalgias
    Peligro al sueño proyectado
    sobre playas y barriletes extraviados
    sobre vientos de libertades ilusas
    Iluminismo de payasos bipolares.

    Hay un cielo desahogado de culpas
    y sonidos etéreos

    Tenés cada instante para renacer
    cada mundo a punto de estallar
    en mil luces que se apagan
    todo el tiempo
    en silencios
    en frenesí

    destino de hoy.

    ResponderEliminar
  2. Siempre se puede tornar al alma de la hoguera,
    peligro de amante.
    Por como me desvelas, ves que lo he intentado.

    Oh! Despierta, estás en cada cosa, antros de la exclusiva causa de un todo, que me convoca a predecirte (aún más) y arrojarme ignífugo.
    Estoy perdido en medio del fuego.
    Y me encanta.

    ResponderEliminar
  3. Como Zaratustra, sólo creo en un Dios que pueda bailar.

    Por eso me muevo.

    ResponderEliminar
  4. Palabras, tan feroces, siguen con eso de no pertenecer. Te acordás? Te conté de cuando bailan como canción hasta desvanecer en luces brillantes y fugaces. Apenas las veo. Y ahora, una de esas sombras centrales, luz-medio-día, madrugada eterna, madrugada de hoy eterno.

    Ya te dije, hace horas (o instantes), del eco constante del delirio ausente. Y despertar... tan solo viento
    aire

    luz.

    ResponderEliminar
  5. En todos lados palabras...
    yo busco auroras a través de ellas,
    soy el mago, muevo el aire en gesto de sombra.

    Divago en la tormenta y acecho en la nada.
    Porque me construí para ser todo,
    todo palabras,
    elementos de luz y aire.

    Pertenezco aunque deje de pertenecer:
    es por eso que no puedes verlas.
    Es el mecanismo implícito de la magia.

    Maga, descreída, sabé que algo existe,
    y siempre es algo tan pequeño...

    Ts Ts, Maga Maga, yo te llamo para jugar junto al arroyo que contiene el árbol, las hojas flotantes que viajan, el desprendimiento de la pena, la ventana, el espejo que muestra el juego de nosotros en el futuro siempre promisorio...

    Amigos Maga?
    Maga, Maguita descreída...

    ResponderEliminar