Arrebato

En el cauce
la mirada
atenta
al desempeño
al crecimiento
instinto
de una demanda


un cambio
bajo la sombra
de los juncos

Se sumerge
como si fuese a volver,
rápido
súbito aliento
súbito respirar

y se apura

el corazón
pues el hambre también
lo convierte en presa.

1 comentario:

  1. Entonces (siempre el entonces, nunca el cambio) es cuando y donde la admisión por recobrar el sentido precario y la estructura más mínima se torna indescriptible, por oculto y no por mágico o misterioso.
    Reconocerías mis palabras en cada penumbra inmersa en sumisión, y en cada luz y en cada espacio de final.
    Finales, digo. Tu poesía como devoción infinita por mutación costante, mi verso como reiteración absurda de necedad y automutilación.
    Y qué? Hasta podría adornarlo con palabritas de arcoiris y cienpiés dorado. Pero la lluvia que corre por las paredes en forma de acantilado suburbano canta en gritos perfectos
    la desesperada armonía.

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